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Cómo cuidar de tus alpargatas

La Manual te recomienda algunos tips para cuidar de tus alpargatas.

Consejos y trucos para prolongar su vida

Before following our recommendations, make sure your espadrilles are sewn to the sole and not glued.

El origen de las alpargatas, se pierde en la noche de los tiempos. Se cree que de eso hace más de 10.000 años y reside sin ninguna duda en el campo. La gente que trabajaba las tierras necesitaba un calzado cómodo que sujetara el pie con fuerza y las alpargatas eran perfectas para ello. 

El esparto, rústico y duro, dió paso con el tiempo al càñamo, blando y suave para la planta del pie, ideal para pisar el huerto, escalar las rocas de una montaña o caminar por los caminos más angostos. Se trata de un calzado resistente y todoterreno, pero hay que saber cómo limpiarlas, conservarlas y mantenerlas. Por eso, desde La Manual Alpargatera hemos decidido compartir algunos consejos para prolongar su vida.

¿Cómo limpiarlas?

Antes de nada, asegúrate de que tus alpargatas estén cosidas a la suela (y no pegadas con algún tipo de cola). 

Las alpargatas que estamos recomendado lavar son las artesanales, las que nosotros fabricamos.

Normalmente solo recomendamos lavar las alpargatas planas y de media cuña,  si es así, adelante. Un programa corto y con agua fría, lo ideal es centrifugarlas varias veces para sacar la mayor cantidad de agua posible y así acelerar su secado y mejorar su conservación. 

Para terminarlas de secar, puedes dejarlas al aire libre, pero ten cuidado con el sol, que podría apagar su color. 

Si tus alpargatas tienen cintas, asegúrate de utilizar una bolsa de rejilla. Desde la experiencia, sabemos que las cintas podrían meterse por algún agujero de la lavadora y atrancar el mecanismo interno. Para evitar este desastre, te recomendamos meterlas en una bolsa de red y así asegurarte de que no quede ninguna cinta suelta. 

Recuerda que las alpargatas de suela plana a 3 cms pueden meterse en la lavadora, siempre y cuando estén cosidas a mano. 

Normalmente las Alpargatas deben quedarte un poco holgadas para que cuando la laves no te queden pequeñas, al estar fabricadas (o todas ellas o su forro) en algodón, este tiende a encoger. 

En el caso de las alpargatas de tacón, mejor que no te arriesgues. Normalmente son dos piezas enganchadas con cola que, con el detergente y el movimiento de la lavadora, podrían ablandarse y terminar despegándose.

 La lavadora tampoco es la mejor solución para las alpargatas de doble suela por la misma razón. No lo recomendamos. 

Estos son solo unos “tips”, si tienes cualquier duda puedes ponerte en contacto directamente con nosotros para darte un mejor consejo.

¿Cómo conservarlas y mantenerlas?

Las alpargatas son de fibras naturales de origen vegetal por lo que, para una buena conservación, es mejor usarlas sobre suelos secos.

Con el agua, la suela podría quedar empapada y, con el peso del cuerpo, podría terminar deformándose. 

Si tus alpargatas se mojasen, ponlas a lavar lo antes posible.

En el caso de que lo hagas a mano deberás tener más cuidado, ya que te será más difícil deshacerte del exceso de agua, y tardarán más en secarse ,y estar expuestas a una humedad prolongada, como toda fibra vegetal, podría dañarlas.

Si decides usar la lavadora, deberá ser con un programa corto y con agua fría. Además, como ya  habíamos comentado, te recomendamos que las centrifuges varias veces y las dejes secar al aire libre (recuerda que siempre es mejor a la sombra para que el sol no le cambie el color a la lona)

Si por lo que fuera no tienes más opciones y finalmente decides secarlas al sol, las suelas deben mirar hacia arriba para proteger la lona de los rayos solares y para aumentar la velocidad de secado en la suela, ya que es donde más agua se acumula. 

Es importante cuidar  tus alpargatas de la humedad, pero también del sol. La lona de las alpargatas suele secarse mucho antes que sus suelas. Esto puede ser peligroso para tus alpargatas blancas ya que podrían quedar expuestas al sol demasiado rato y coger un tono amarillento (cuanto más tiempo estén las suelas empapadas -infusionando- mayor la posibilidad de que suceda, por eso recomendamos un lavado corto y con agua fría). Para remediarlo, una vez la suela esté completamente seca, puedes pasarle un poco de lejía (cloro) rebajada con agua (50%) para devolverle su color blanco. Nunca seques la lejía al sol!

Otro truco o ayuda es introducir dentro de nuestras alpargatas papel de periódico. Este, absorbe el exceso de humedad a la vez que evita que pierdan de su forma. 

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